¡viva honduras!

"Fue en esa visita cuando, tras visitar el acuertelamiento de Honduras, a cuyos efectivos dirigí unas palabras, fui luego, sin solución de continuidad, al de los salvadoreños, que me esperaban marcialmente formados, esperando de entrada unas palabras mías en las que reproduje, como puede suponerse, las mismas que había reproducido en el anterior.

Tal fueron mis palabras que el final fue apoteósico: '¡Viva Honduras!', grité, para desconcierto de la tropa salvadoreña, que aún disciplinadamente contestaron un '¡viva!', aunque noté al instante que sin el gran entusiasmo esperado. Consciente del patinazo, y más fuerte por las no siempre excelentes relaciones entre Honduras y El Salvador, intenté rehacerlo diciendo:

-Vengo de visitar a nuestros compañeros de Honduras y han de disculparme, aunque ya hemos dado un seguro titular a la prensa que nos acompaña. Por eso les pido que ahora griten conmigo, mucho más fuerte: ¡Viva El Salvador! Esta vez sí, con gran entusiasmo en la respuesta.

Aún no en pocas calles de España no falta un grupo, normalmente de jóvenes, que me saluda con cuchufleta: 'Trillo, ¡viva Honduras!'".

Fragmento del libro "Memoria de entreguerras. Mis años en el Ministerio de Defensa (2000-2004)", de Federico Trillo, reproducido con la autorización expresa de Editorial Planeta.