hablar también de los vacíos
por Jasmine Campos
La semana pasada se llevó a cabo el Segundo Congreso de Arqueología de El Salvador, una actividad que tiene nombre y apellido: Gregorio Bello Suazo, quien ha demostrado ser un dinámico director y promotor cultural. Gracias a él, el Congreso nació hace dos años y ahora, según las autoridades de CONCULTURA, tendrá una periodicidad bienal.
Este año, el Congreso reunió a académicos y especialistas en historia, antropología y arqueología provenientes de 32 instituciones y 18 universidades de diez países, entre quienes destacaban investigadores de primerísimo nivel.
Con semejante convocatoria, la actividad se abría como una excelente oportunidad para el diálogo y el intercambio, pero, como en todas partes, siempre hay un "detalle" y es que hay que hablar también de los vacíos.
En este Segundo Congreso fue obvia la ausencia de William Fowler de la Vanderbilt University (EE.UU.), quien estaba programado para participar con una ponencia sobre la Industria de Obsidiana en la Primera Villa de San Salvador. En el Congreso pasado, Fowler expuso los resultados de sus investigaciones de los últimos 20 años, bajo el título “La ocupación pipil de El Salvador en el postclásico temprano”.
En abril de este año, durante la reunión anual de la Sociedad Americana de Arqueología, en Austin, Texas, Estados Unidos, Fowler presentó un documento respaldado además por los investigadores sobre arqueología salvadoreña Payson Sheets, Wyllys Andrews y Robert Sharer en el que señalaba: “CONCULTURA ha entregado el control administrativo y el manejo de sitios crucialmente importantes a una organización no gubernamental. Algunos piensan que es una buena idea. Pero la organización está compuesta y dirigida por coleccionistas privados”.
Aunque el documento no acusa a nadie, sí plantea un llamado de atención, una “alerta” que provocó, como es de suponer, varias reacciones en el medio cultural nacional, pero luego el asunto, que al parecer sólo fue tratado por los protagonistas a través de un intercambio de mails y documentos, quedó congelado.
Considero que en el marco del Congreso, un espacio creado como “foros de intercambio de ideas y proyectos académicos de los cuales surgen diversas formas de colaboración inter-institucional y proyectos importantes”, y en el marco de la reciente entrega de los resultados de la Consulta Nacional, habría sido muy interesante contar con la presencia del Doctor Fowler y escuchar de primera mano sus opiniones, críticas y puntos de vista.
Después de todo, si lo que se habla en otras latitudes nos incumbe como sociedad salvadoreña, lo mejor sería propiciar espacios de diálogo dentro de nuestras fronteras y aprovechar el crecimiento que de ello se pueda desprender.
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